Relatos basados en la realidad, en lo cotidiano,
en el amor al prójimo más próximo. “Terapia” o “Diálogo” crea un ambiente
distendido y gratificante, partiendo de la base de que nada es lo que parece.
“Nuestro hijo” transmite el dolor de una familia al mismo tiempo que esperanza
en risa. Un libro donde se intercambian el drama con las sonrisas, como:
“Avería en el ascensor” o “Mi día libre”. Cuentos como “La lámpara de Catalino¨
o “La vendedora de flores” son tiernos y significativos en la relación entre
niños y mayores. El libro arrastra un “Cabello de mujer” mientras yo “Te miraba
a ti” desde una “Silla de ruedas” y en “Los jardines secretos” y “Los
pendientes de la abuela” son ése “Trampantojo” que quería convertirse en “El
escritor” que nunca tendrá un “Cumpleaños feliz” pues con “Goma de borrar” se
convierte un todo en nada hasta que “Luna Esmeralda” con su luna esmerilada
dice a quien quiera escuchar que estos relatos son escritos de la vida y “No
hay tiempo que perder”
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